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Unus Mundus

Exposición de Héctor Valdéz con curaduría de Florencia Bellora

Imágenes de arquetipos en realidades alternativas, tan posibles como inverosímiles, permiten al contemplador espejarse desde lo infantil, lo inocente y hasta lo perverso. 

La tiza como medio fue una casualidad o causalidad de encuentros. Influencias del ambiente del trabajo gastronómico, donde aparece la pizarra como espacio cotidiano y efímero. 

La consolidación del medio llega después de esos experimentos transitorios en la pizarra donde iba el menú del día, y al cruzar caminos con una vecina octogenaria de la calle Gurruchaga, que se devela maestra y musa. 

Las situaciones que surgen son tan verdades absolutas como absurdos absolutos, elija su propia aventura. 

La calidez y transparencia de las miradas que comparten los animales y los niños, nos resultan familiares. El mundo del artista nos invita a un espacio personal, cariñoso, melancólico y hasta gracioso; maleable a la mirada subjetiva de cada uno. 

De esto se trata el recorrido por la galería de personajes plasmados en estos grandes bastidores.

Así como cae Alicia por una conejera, caemos (más amablemente) en esta dimensión de perros humanizados y pequeños osados de ojos grandes, donde nos despojamos del miedo, y atravesamos instintivamente el planteado laberinto, ya conociendo un poco el camino desde nuestro inconsciente colectivo.


Héctor Valdez – Buenos Aires, 1971
Comienza su recorrido artístico en los ’90s en la escuela de Bellas de Artes y es en la vidriera de un restaurant donde se consolida la elección de la pizarra y la tiza como medio de expresión. Inspirado en los arquetipos desarrolla esta serie de personajes fantásticos desde su estudio en Caballito. 
Contacto Ig: @hecvaldez